El cóndor andino (Vultur gryphus) es una de las especies majestuosas e históricamente más representativas en Sudamérica y el Perú. Su distribución actual abarca la Cordillera de los Andes desde Venezuela hasta el sur de Chile y Argentina. En Perú la especie habita desde la costa hasta las partes altas de los andes, siendo mas común en la vertiente occidental, y restringido localmente a las partes más altas de la vertiente oriental.
A pesar de que el cóndor andino es reconocido como una de las aves voladoras más grandes del planeta, se ha visto amenazada por la cacería furtiva (por ser considerados erróneamente una amenaza para el ganado doméstico y su captura para festividades tradicionales), envenenamiento, disminución de oferta alimenticia y alteración de hábitat; que han llevado a la especie a niveles poblacionales críticos, incluso con extinciones regionales y locales. Por este motivo, en el año 2004, la especie fue declarada “En Peligro” a nivel nacional.
La presencia del cóndor andino ha sido documentada en 31 sitios de la costa peruana, según Stucchi (2009). Considerando los registros de los últimos 10 años, la mayor parte de estos son avistamientos de 1 a 3 individuos frente al litoral. Entre los sitios más ‘conocidos’ están en la costa central (San Fernando, Paracas e Isla Asia) y la península Illescas en el norte.
La única localidad en Perú con evidencias de anidamiento del cóndor andino en terrenos adyacentes al mar es la Península Illescas, ubicada en la provincia de Sechura en Piura. Asimismo, las únicas investigaciones puntuales sobre el cóndor andino en Illescas se desarrollaron hace unos 30 años, como parte de un programa experimental del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, para mejorar las técnicas de reproducción en cautiverio, reintroducción y seguimiento de cóndores. Posteriormente dirigido a recuperar las poblaciones del Cóndor de California.
Visita Exploratoria
Hace 5 meses, para ser más exactos, el 18 de mayo del 2010, al recorrer la parte sur de la península Illescas, se observaron tres cóndores volando, 1 macho y posiblemente 2 juveniles o hembras sobre un parche de algarrobal, cerca de la playa Reventazón.
Ese mismo día, otro individuo macho adulto fue observado junto a una congregación de gallinazos de cabeza roja y negra en la playa Almires, 7 Km. al oeste del punto anterior.
Península Illescas: Área prioritaria para conservación
La península Illescas es una formación geológica única, donde sobresale el macizo rocoso que alcanza los 480 msnm, rodeada por pequeñas áreas de algarrobal y matorrales, desierto y una zona litoral con playas arenosas y puntas rocosas.
La península ha sido identificada como una zona prioritaria para la conservación de biodiversidad (CDC 1992; Wust 1996, Tirira et al. 2004, Terán et al. 2004, CDC 2006, Véliz et al. 2009, MINAM-SERNANP, 2009). Además de la presencia del cóndor andino en la zona, se ha registrado a la Cortarrama Peruana y al Pingüino de Humboldt, ambas especies amenazadas.
Actualmente, sólo la parte norte de la Península, donde desemboca el Oleoducto Norperuano, tiene protección y acceso restringido por la empresa PetroPerú y la Marina de Guerra del Perú. Por el extremo litoral sur ingresan regularmente numerosos pescadores que realizan una intensa pesca artesanal con anzuelo y chinchorro. Además en algunas playas desde hace años se desarrolla un turismo especializado (principalmente surfing) no regulado.
Considerando su prioridad de conservación, hace algunos años se planteó proteger una zona continental y marina comprendida entre Illescas y la Isla Lobos de Afuera. Actualmente, esta iniciativa ha sido retomada por la organización ECOPLAYAS y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) y con ella se busca proteger una zona prioritaria y representativa de las ecorregiones del Mar Frío de la Corriente Peruana, el Mar Tropical y el Desierto del Pacífico.
Finalmente, a fin de asegurar este importante refugio para el Cóndor Andino y otras especies, es importante concretar el establecimiento de un área marina protegida en la Península Illescas; asimismo, se sugiere su incorporación a la red de Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (IBA) y focalizar más estudios sobre la situación del Cóndor y la biodiversidad en la zona.
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