Según la Dirección General
Si bien a nivel de país tenemos un lugar “expectante” en relación a los bosques, como piuranos alguna vez nos hemos preguntado: ¿Qué cantidad de bosques tiene, o le quedan, a la región? ¿Dónde están estos bosques? ¿Qué importancia tienen para nuestra economía? Y finalmente ¿Qué futuro esperamos para nuestros bosques?.
De acuerdo al mapa de cobertura vegetal elaborado el año pasado por el Gobierno Regional (en el cual NCI ha apoyado en su elaboración) como parte del proceso para la Zonificación Ecológica1.843.305,82 ha de bosques naturales, lo que representa el 50,6% del territorio regional. Del total de bosques, un 97% corresponde a bosques secos entre los 0 a 1,100 metros sobre el nivel del mar (excepcionalmente hasta los 1,600 msnm.). Estos bosques van desde los bosques ralos de Talara, Sechura y Paita, los algarrobales de Tambogrande y Chulucanas hasta los bosques de ceibo, palo santo y hualtaco de Huarmaca, Salitral, Paimas, Suyo, el Coto de Caza El Angolo y parte del Parque Nacional Cerros de Amotape (estás dos últimas áreas naturales protegidas).
Si bien somos una región típicamente de bosques secos, hay que considerar que ese 1,41% de bosques nublados o de montaña ubicados mayormente en las provincias de Huancabamba y Ayabaca, que constituye junto a los páramos, la cabecera de 02 cuencas críticamente importantes para la economía regional. Nuestra agroexportación en los valles de San Lorenzo y todo el Chira dependen del agua que viene de Pacaipampa, Ayabaca y parte de Ecuador. El tan esperado proyecto Alto Piura dependerá de la cuenca alta del río Huancabamba, que se origina en los ecosistemas naturales de Carmen de la Frontera.
Más allá de la importancia regional, a nivel local, nuestros bosques son fuente indispensable de recursos como la algarroba para la algarrobita de Tambogrande o la ganadería del Bajo Piura; leña y madera para construcción en Lancones, plantas medicinales en Sondor; y hábitat para especies de flora y fauna silvestre como las orquídeas de Cuyas, la Pava Aliblanca
Nuestros bosques también albergan recursos con potencial como la Tara y frutales nativos como la Chirimoya en Ayabaca (productos en los que NCI ha estado apoyando en las comunidades altoandinas piuranas); y un gran valor paisajístico en cada rincón donde exista bosque y su biodiversidad asociada.
Si bien contamos con una primera aproximación de la extensión y ubicación de los bosques de la región, la tarea inmediata es ahora afinar este conocimiento. El mapa de cobertura vegetal mencionado anteriormente tiene una escala regional y e este no muestra pequeñas extensiones de bosques nublados ubicados en comunidades campesinas como Cuyas-Cuchayo. Este conocimiento es particularmente importante para quienes toman decisiones sobre el ordenamiento y uso del territorio a nivel provincial, distrital y comunal.
Más allá de tumbarlos para leña o carbón, o “limpiarlos” para hacer agricultura, ganadería u otra actividad extractiva, a todos nos debe interesar qué hacer y cómo mantener nuestros bosques para que sigan proveyendo de bienes y servicios de cara al futuro, y éste es el mensaje que nos trae el lema “Bosques para la gente”. Un lema que debe tomarlo en cuenta la nueva Gerencia de Recursos Naturales y Medio Ambiente.
Somos un país de bosques por excelencia y una región particularmente biodiversa. Cuando más se reconoce la importancia de los bosques no sólo como fuente para sostener economías a diferentes escalas, sino para mitigar los efectos del cambio climático, es cuando más iniciativas debemos generar para buscar mantenerlos, reforestar y sumar más áreas verdes a la región.
Autor : Blgo. Alexander More - Naturaleza y Cultura Internacional , sacado del Suplemento Dominical "Semana" del Diario el Tiempo, publicado el domingo 09 de enero del 2011
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